Casino Montecarlo
Sumérgete en la esencia del lujo atemporal en el legendario Casino de Montecarlo, un ícono de sofisticación y exclusividad en el corazón del Principado de Mónaco. Desde su inauguración en 1863, este palacio del juego ha sido sinónimo de elegancia europea, atrayendo a la realeza, celebridades y conocedores del arte de vivir. Su arquitectura Belle Époque, rodeada de jardines impecables y vistas al Mediterráneo, te transporta a una era dorada donde cada detalle está impregnado de historia y refinamiento.
Más que un casino, es un escenario emblemático donde el glamour cobra vida. Entre sus salones de mármol, candelabros de cristal y frescos majestuosos, disfrutarás de una experiencia única, ya sea jugando una partida de ruleta francesa o simplemente admirando el ambiente selecto que lo rodea. El Casino de Montecarlo no es solo un destino; es una declaración de estilo y distinción.






Palacio del Príncipe
Majestuoso y atemporal, el Palacio del Príncipe se alza sobre la roca de Mónaco como un símbolo vivo de la elegancia soberana y la historia principesca. Residencia oficial de la familia Grimaldi desde el siglo XIII, este palacio no solo es el corazón del Principado, sino un reflejo del legado, el refinamiento y la exclusividad que definen a Mónaco.
Desde sus balcones con vistas al Mediterráneo hasta sus salones ricamente decorados con frescos renacentistas, cada rincón evoca la grandeza de una monarquía contemporánea que ha sabido conservar la esencia de la realeza europea. Asistir al cambio de guardia o recorrer sus estancias históricas es sumergirse en un mundo de tradición, arte y sofisticación.






Museo Oceanográfico
Elevado sobre un majestuoso acantilado con vistas al brillante mar Mediterráneo, el Museo Oceanográfico de Mónaco es una joya arquitectónica y científica que encarna el encuentro entre el arte, la historia marina y la conservación del océano. Fundado en 1910 por el Príncipe Alberto I, este emblemático santuario del mar no solo es uno de los acuarios más prestigiosos del mundo, sino también un testimonio del compromiso de Mónaco con la protección del mundo marino.
Recorrer sus elegantes galerías es sumergirse en un universo fascinante, desde los delicados corales del arrecife hasta las criaturas más enigmáticas de las profundidades. Su arquitectura Belle Époque, sus exposiciones visionarias y sus espacios interactivos transportan al visitante a un viaje sensorial, refinado e inspirador.






Puerto Hércules
Enclavado en el corazón del Principado de Mónaco, Puerto Hércules es mucho más que un puerto: es un símbolo de sofisticación, poder y estilo de vida exclusivo. Rodeado por majestuosos yates, rascacielos de arquitectura refinada y las curvas legendarias del circuito de Fórmula 1, este puerto natural, único en la Riviera Francesa, es el escenario donde el lujo cobra vida.
Desde sus muelles, se contempla un espectáculo de velas blancas, embarcaciones de ensueño y noches iluminadas por el resplandor de los eventos más exclusivos del mundo náutico. Puerto Hércules es el punto de encuentro de la jet set internacional, un lugar donde se fusionan tradición marítima y glamour moderno, al ritmo pausado de la Dolce Vita monegasca.






Járdines Japoneses
Descubra un rincón de serenidad y refinamiento en el corazón del glamuroso Principado: los Jardines Japoneses de Mónaco. Diseñados por el paisajista Yasuo Beppu, estos jardines son una obra maestra de armonía y contemplación que fusiona la estética tradicional japonesa con el lujo monegasco.
Entre puentes de madera, estanques de carpas koi y piedras cuidadosamente dispuestas, cada paso invita a la introspección y al asombro. El murmullo del agua y la arquitectura minimalista crean una atmósfera envolvente que transporta al visitante a un mundo de equilibrio y belleza atemporal.






Larvotto
Larvotto es la joya costera del Principado de Mónaco, un enclave exclusivo donde la sofisticación se funde con el azul profundo del mar Mediterráneo. Este icónico distrito, famoso por su playa refinada y su ambiente cosmopolita, ofrece un estilo de vida que solo unos pocos pueden experimentar: días bañados por el sol en elegantes clubes de playa, cenas frente al mar bajo la luz de las velas y paseos junto a una arquitectura moderna que convive en perfecta armonía con la naturaleza.
Aquí, la excelencia es norma. Desde lujosos hoteles y residencias frente al mar hasta boutiques de alta costura y spas de clase mundial, Larvotto representa el epítome de la vida mediterránea con un toque monegasco inconfundible. Es un destino para quienes buscan exclusividad, tranquilidad y belleza en su forma más pura.





